Los individuos de una misma especie nunca son idénticos, siempre difieren unos de otros y las diferencias pueden ser de muy diversa índole. En el caso de especies animales, puede haber individuos altos y bajos, gordos y flacos, fuertes y débiles, de patas largas y cortas, y con toda una gama intermedia. También hay diversidad difícil de percibir, como tipo de sangre, resistencia a enfermedades, agudeza de los sentidos, agresividad, etc.
En el caso de las plantas, los ejemplares de una misma especie pueden variar en el tamaño y color de la hoja, el sabor del fruto, el tamaño y color de la semilla, el grosor del tallo, la resistencia al cambio de temperatura, etc.
En toda población dada de cualquier especie, siempre será posible encontrar sujetos que varíen respecto a alguna característica. Se dice que dicha población tiene variabilidad debida a diversidad genética.
Aquí explicamos todos los mecanismos de la evolución.