Las ballenas son un perfecto ejemplo para mostrar vestigios de los ancestros de una especie. En los museos es fácil ver, cuando se observa el esqueleto de una ballena, que hay unos huesos separados de la columna a medio cuerpo y que son vestigios de pequeñas extremidades inferiores y pelvis. Esto es lo que queda de las extremidades inferiores de sus ancestros que eran terrestres. Como para las ballenas estas extremidades ya no cumplen ninguna función, han ido desapareciendo. Las serpientes también tienen vestigios de pelvis y femur.
Estos son dos ejemplos de evidencia de evolución a partir de ancestros con extremidades inferiores.
Existen gran cantidad de evidencias anatómicas, genéticas, geográficas, geológicas, moleculares y paleontológicas de la evolución, así como ejemplos de evolución sucediendo en nuestra vida diaria.